AJ, un pequeño monstruo que se despierta después de la hora de dormir, ha hecho un descubrimiento aterrador: ¡hay un humano debajo de su cama! Pero resulta que los humanos en realidad no dan tanto miedo. De hecho, éste parece tener mucho en común con AJ. Sólo hay una cosa que los distingue: AJ tiene prisa por crecer y disfrutar de todas las libertades de la edad adulta, mientras que el ser humano anhela volver al reconfortante abrazo de su infancia.